domingo, 29 de junio de 2014

Batiburrillo de ideas sin importancia

Mi parlamento mental ha aprobado su propia ley de memoria.
Los recuerdos tienen que cambiar, por obligación, de nombre y ciudad.
La felicidad enterrada ha de ser identificada, y honrada.
***
Las casas de apuestas, están en mi contra.
Lo aposté todo. A mi favor.
***
I
En la torre de control, todos miran embobados
Pido pista en tus abrazos
"Tardaré en aterrizar",
el aviso es bien claro.

En la torre de control, todos miran embobados
la presión hace ya estragos
dan repaso al protocolo
no sabrían reaccionar.
***
II
Han dejado de creer en saltos inesperados
Han dejado de creer en pistas iluminadas
Han dejado de creer
Han dejado de creer en aviones despistados
Han dejado de creer en despegues bien guiados
Han dejado de creer.
***




martes, 10 de junio de 2014

Tal vez (o esbozos de inferencias nocturnas)

Tal vez, si me pongo a mirar a las serpientes,  me transforme en piedra y así sentiré lo que siente.
Tal vez, si me pongo el mundo en los hombros, dejaré que la duda me carcoma y me cure cada noche.
Tal vez, si el reloj está de mi lado, podría resolver el misterio.
Tal vez, si estuviera cerca, podría volar aún más lejos.

Tal vez, si salto, seré libre como el viento.
Si y solo si me mece el tiempo.

domingo, 1 de junio de 2014

Diálogo sin sentido 1.


- Señor, tengo la manía de acumular libretas. Tengo la manía de dibujar bocetos de vidas ajenas. ¿Sabe? Antes creía - ingénua de mí - que las vocaciones eran fijas, casi vitalicias. Pero fíjese usted, que hace poco ha nacido una nueva. Fíjese, que desde que descubrí que una cámara, o algo tan simple como un lápiz y un papel eran tan poderosos como la gran espada que es el dinero mi vida ya no es la misma.
Fíjese, que desde que descubrí que había gente tan o más rara que yo que me acompañaban en esta andanza ya no me siento tan sola.
Fíjese, qué paisajes a plasmar. Qué viento, qué nubes.
Fíjese, que para mí ya no existe el tiempo desde que descubrí que con una cámara, o algo tan simple como un lápiz y un papel.
Fíjese, qué cosas.

- Sí. Todo muy bien, pero está sentada en el asiento de mi mujer.

- Ah. Perdone.